jueves, 10 de diciembre de 2009

Arch enemy en venezuela 28 de abril 09


"Hola, soy Angella Gossow y vengo a patear el culo a los que no disfruten nuestro show". Esa debería ser la frase que dijera la cantante alemana al salir escenario a «destruir mundos» junto a sus demás compañeros de banda. Y es que realmente, Arch Enemy ha venido a Venezuela a demostrar el por qué son una de los grupos más poderosos del Death Metal melódico. Y ¡Vaya que lo hicieron!El pasado, 28 de abril, la banda proveniente de Suecia, liderada por el guitarrista Michael Amott -su fundador- y la mencionada vocalista, hacia su parada en la ciudad de Maracay, enmarcados bajo la gira de nombre Revolution que «pisaba» varios países del Sur de América, entre los cuales no se «salvaba» Venezuela. Y cuya fecha conformaba la primera de dicho tour, por lo que un posible repertorio era totalmente desconocido. El concierto fue realizado en la cancha techada del Polideportivo Las Delicias, localizado en la ciudad «jardín». Un establecimiento que durante todo el evento dio un «fuerte golpe» al sonido del que dependían las bandas a presentarse. La acústica del sitio hacía que el mismo no se escuchara muy bien en la mayoría de sus zonas, al punto de saturarse casi por completo. Lo que hacía que la calidad de un muy buen concierto no fuese perfecta.Se mencionaba que durante las prueba de sonido, tanto el sonidista de los suecos, como los susodichos, estaban sumamente molestos por éste problema. Cosa que pudo ser el motivo del retraso a la hora de ingresar al «Poli».Aproximadamente a las 8 de la noche, Haboryn, agrupación de Death Metal melódico, escogidos para representar al talento nacional, comenzó su espectáculo. Desafortunadamente, la prensa logró ingresar casi al final de su presentación, por lo que se pudieron observar solo algunos pocos temas. -Nunca se entenderá el por qué el acceso, siempre tardío, de los medios al concierto-.Los oriundos de la ciudad de Punto Fijo -pese a la no tan elaborada puesta en escena, donde se veían errores como el de su vocalista al dar la espalda involuntariamente al público, por ejemplo, al presentar sus canciones- ofreció un espectáculo que fue bastante apoyado por casi la totalidad del público; algo que suele ser escasamente observado en eventos de esta categoría (que se lo pregunten a bandas como La Cándida Virgen y su presentación junto a Slayer...). Los falconianos hicieron un show digno, aplaudible, algo degradado por el nerviosismo que impone ofrecer un primer evento de ésta magnitud, del que no muchos se salvan; pero muy bien interpretado y bien recibido por la membrecía. Alguno de los temas que recitaron fueron las versiones "Symphony of Destruction" de Megadeth y "The Trooper" de Iron Maiden, ambas interpretadas bajo la melodía de su estilo, y con un poco de desenlazada inflexión en la voz. "Programming Death" fue uno de sus últimas canciones, pieza bastante conocida entre sus conocedores.Finalmente, el turno de los «Archienemigos» llegaba y al apagarse las luces, el concierto pareció pender de un hilo. Pues, una camada de personas intentaron entrar indebidamente (sin pagar) desde atrás del escenario, pero afortunadamente todo fue controlado por los agentes de seguridad. Claro que hubo quienes lo lograron ¿Hasta Cuándo?Para entonces, ya se encontraban los músicos en tarima, que salieron todos como «huracanes humanos», a imponer autoría frente a unos 2000 fanáticos venezolanos, que esperaron ver a sus ídolos. Ya Michael Amott y el baterista Daniel Erlandersson, habían presenciado la actitud de estos seguidores cuando ofrecieron un concierto en Caracas, el pasado año, esa vez con la agrupación Carcass. El guitarrista no dudo tildar a éste público como "Sorprendente", en una entrevista previa de antesala a éste concierto.La señorita Gossow, sin mucho esfuerzo, logró imponer su liderazgo y entrega más que total en el escenario. Es una mujer muy linda, con una voz poderosamente agresiva -muy por encima de muchos cantantes masculinos-, así como también bastante carismática e impresionantemente agradable, sobre todo frente al estimado. Ésta, acá siempre trató de comunicarse y agradecer en reiteradas ocasiones a sus fans. Se le notaba una grandiosa comodidad y parecía muy orgullosa de estar concertando en éste país. Los más regalados del show, fueron sin duda ella y su bajista, Sharlee D'Angelo, quien se mostraba como una «gigante bestia indomable» con mucha actitud junto a su instrumento, yendo con él de un lado para el otro, cuasi queriendo salir de su tarima.Es costumbre, que suelan acreditar en todo el mundo más a Michael -quizá por ser el líder de la banda- que a su hermano Christopher Amott, ambos guitarristas. Pero, al menos en su concierto en Maracay, el «feeling» se hacía sentir más con éste último, que demostraba estar «poseído» por su guitarra, tópico que reflejaba más arraigo en el quinteto. Mientras que su hermano (Michael) estaba más clavado en su lugar, en pocas ocasiones se le veía siquiera caminar por todo el escenario, algo que, por el contrario, prevaleció en sus compañeros. Esto puede deberse a su personalidad, pues, muchas personas que lograron encontrarse con él durante su estadía en tierras venezolanas, comentaban de su alta antipatía para con ellos, y el pensamiento de "huir ante los fanáticos".Casi 2 horas duró la presentación del grupo. Iniciaron su concierto con el «alarmante» "Blood On Your Hands", del Rise of The Tyrant (2007), disco que fue interpretado casi por completo. Tambien algunos de uno de sus más grandes álbumes, el Wages Of Sign (2001) como "Heart Of Darkness", "Dead Bury Their Dead", y muy buenas piezas de otros trabajos, como "We Will Rise", "Taking Back My Soul", entre otras. Daniel Erlandersson, a mitad del espectáculo, sorprendió con un solo de batería impecable que pudo apreciarse muy bien, con luces que iban a la par de sus movimientos. Chris también pidió su oportunidad de solear, y dejó más que complacidos a todos los presentes con una grandiosa, deleitante y ligera interpretación en las cuerdas... Él y su hermano hacen un dúo casi perfecto.Cabe destacar que, un par de canciones antes, la banda abandonó el set por unos segundos (no fue un llamado Encore), que al parecer, y según comentarios no confirmados, fueron por disturbios que ocurrían nuevamente con personas que querían entrar al lugar, a la fuerza.En el acostumbrado Encore, con las luces apagadas, el público pedía al unísono al quinteto de vuelta. Y al prenderse la luz, se veía a un Michael Amott que traía desde atrás, una bandera venezolana que colgó luego en la sobretarima donde se encontraba la batería. Al volver todos, se escucharon las notas del clásico "Snow Bound" y Angella tomó dicha bandera y se la quedó hasta el final del concierto.Con la canción "Némesis", Arch Enemy culminó su manifiesto «satánico» y se despidieron -junto con la bandera extendida- rindiéndose ante la ovación de un público que los disfrutó a plenitud -aunque el sonido no dejara percibir todo al 100 por ciento-.Como rareza, cabe destacar la frase "Venezuela Libertad" pintada en la camisa que vestía Gossow, un detalle que deja con las ganas de saber su significado. Por otro lado, y curiosamente, con respecto a su pasada época con su ex-vocalista Johan Liiva, la banda solo puso a correr el «Outro» “Fields Of Desolation”, aunque habían mencionado antes, que iban a interpretar algunos temas de ese período en esta gira

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